Cosas de Caracas

HISTORIA DEL TELEFÉRICO DE CARACAS

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Con su imponente presencia y siempre cambiante aspecto no hay quien no haya levantado la mirada en algún momento del día para contemplarlo, admirarlo, fotografiarlo, dibujarlo o escribirle algunas líneas desde cualquier punto o rincón de la ciudad. Y ciertamente, no existe un mejor lugar que las frías cumbres del Ávila para apreciar, en su conjunto, la singular belleza de la agitada y caótica urbe que se extiende a sus pies; una belleza que habitualmente se nos hace muy difícil de ver cuando recorremos sus calles y avenidas.

El teleférico de Caracas fue inaugurado el 29 de septiembre de 1955, durante la presidencia del general Marcos Pérez Jiménez, y puesto en funcionamiento el 19 de abril de 1956, dos años antes de la creación del Parque Nacional El Ávila.

El proyecto original incluía cinco estaciones y un exclusivo y lujoso hotel de 70 habitaciones en la cumbre del cerro, a una altura de 2.140 metros sobre el nivel del mar, con amplio salón-comedor, salas de eventos, piscina cubierta y climatizada, una discoteca con pista giratoria, y un mirador desde el cual podía verse toda la ciudad de Caracas, Galipán y el mar Caribe, la serranía del interior y los cercanos picos Occidental, Oriental y Naiguatá, los más altos de la Cordillera de la Costa. Lamentablemente, el manejo de la logística del hotel era en extremo complicado, los costos de operación muy altos y sus tarifas, claro está, no estaban al alcance de la mayoría.

El teleférico permitía ir desde la Estación Maripérez, ubicada sobre el valle de Caracas, en la vertiente sur de la cordillera y a 995 metros de altura sobre el nivel del mar, hasta la Estación Ávila, a 2.105 metros de altura. Desde aquí partía un segundo tramo que conectaba con otras tres estaciones ubicadas sobre la vertiente norte de la cordillera: Galipán o El Irón (1.750 msnm), San José o Loma de Caballo (1.184 msnm) y El Cojo, en la población de Macuto, en el Litoral Central, a 100 msnm.

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Hotel Humboldt

Un tercer tramo (bastante más pequeño, de unos 600 metros de largo) iba sobre la cima del cerro, entre la estación Ávila y el hotel Humboldt, por encima de la calzada que comunica a ambas instalaciones, permitiendo a los pasajeros (que generalmente eran huéspedes del hotel) llevar sus equipajes con comodidad mientras disfrutaban de una espectacular vista panorámica que abarcaba, de un lado, a la ciudad de Caracas, y del otro, al mar Caribe. Pero los motores de este pequeño sistema fallaban con mucha frecuencia, y así, fue el primero en ser abandonado.

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 El recorrido total entre la estaciones de Maripérez y El Cojo era de unos once kilómetros aproximadamente: 3.400 metros entre las estaciones de Maripérez y el Ávila, 900 metros entre las estaciones Ávila y Galipán; 3.100 metros entre Galipán y San José; y 3.600 metros entre San José y El Cojo. La estación Ávila era la única que disponía de áreas recreativas, el resto solo eran estaciones de paso.

El 8 de agosto de 1977 se produjo un accidente en la línea Maripérez-Ávila. Un cable tensor, desgastado por la inclemencia del tiempo y el constante uso, se quedó atascado en una de las cabinas y todo el sistema quedó detenido. Las autoridades ordenaron el cierre hasta nuevo aviso; el cual, salvo una o dos breves puestas en servicio (una de ellas en febrero de 1986), se prolongó por más de veinte años.

En 1998 el Estado venezolano autorizó la privatización del sistema teleférico y del Hotel Humboldt, y en julio de 2001, luego de una importante serie de mejoras en el sistema, abrió nuevamente al público bajo el nombre de Ávila Mágica. Más tarde, en agosto de 2007, se ordena el cese de la concesión y el sistema teleférico pasa otra vez a manos del Estado venezolano, quien entonces comienza a operarlo bajo la denominación Sistema Teleférico Warairarepano; nombre que supuestamente daban los antiguos indígenas a esta montaña.

En la actualidad, solo se mantiene en servicio la línea Maripérez-Ávila. El hotel Humboldt sigue cerrado y, desde mediados de 2013, se encuentra bajo remodelación total. En cuanto al tramo Ávila-El Cojo, desde el año 2008 se ha venido anunciando una y otra vez su reconstrucción y puesta en servicio. En 2011 se prometió tenerlo listo para noviembre de 2012. En octubre de 2013 se anunció que sería en enero de 2016, y más recientemente se está hablando de julio de 2017. Del tercer tramo solo quedan en pie dos torres. Todo lo demás fue desmontado, y altos y frondosos árboles ocupan ahora el espacio por donde pasaban los antiguos cables tensores de aquel desaparecido sistema.

Subir en teleférico a lo alto del cerro Ávila es, sin duda alguna, una excelente opción para cualquier día de la semana (excepto los lunes, que cierran por labores de mantenimiento). Hay cafés, restaurantes y pequeños quioscos en donde también venden comida (sándwiches de pernil, arepas, cachapas con queso, fresas con crema, dulces criollos…), hay ventas de artesanías y flores (no podían faltar las hermosas y famosas flores de Galipán), parques infantiles, una pista de hielo (reinaugurada el 10 de octubre de 2014) y locales de entretenimiento nocturno con música en vivo. Cabe señalar que la vista nocturna sobre Caracas desde la cima del cerro y la estación del teleférico es espectacular (ver imagen). Desde la estación Ávila se puede ir caminando hasta Galipán, o si lo desean pueden tomar un transporte local (el camino es un poco largo y la subida de vuelta es bastante fuerte). Hay algunas rutas de excursionismo que se adentran en el cerro, pero si usted no está familiarizado con ellas es mejor que no las tome sin estar acompañado por un guía o conocedor de la zona.

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